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miércoles, abril 03, 2013

Decisión tomada


Porqué se nos hace tan difícil tomar decisiones?
Estamos tan enredados entre los conceptos del bien y del mal que nos cuesta tomar decisiones ya que todos queremos que sea la decisión correcta, pero nuestro miedo a obrar mal nos confunde y nos coloca en un eterno dilema, un dilema que afecta nuestro raciocinio y nuestra conciencia.

Ese eterno miedo a fallar nos coloca en desventaja ya que nos limita nuestro criterio y nuestro libre albedrío. Existen personas que se aterran cada vez que deben tomar una decisión y por sentirse disminuidos para tal logro deciden comentar el problema a otros que puedan indicarle el camino a elegir, camino este que muchas veces representa más confusión.

El miedo a fallar nos impulsa a depender de otros, por eso es bueno tomar conciencia de que el que se acostumbra a depender se vuelve un ser manejado, influenciado, limitado, atrapado, permitiendo sentir dominio y abuso, en algunos casos, a la persona de la cual dependen.

Concienticen esto: No somos seres débiles, por lo tanto no debemos permitir ser programados, ni manejados, ni minimizados, ni cercenados mentalmente, por el contrario, somos seres con plena y clara capacidad de confiar y valernos por nosotros mismos, aprovechemos esa capacidad y ejerzamos nuestro valor, nuestra vida nos pertenece no la entreguemos con facilidad a otros porque perdemos identidad, perdemos personalidad.

Lo más importante en la vida es la intención con la que se actúa, para nosotros la verdad siempre será relativa porque cada quien se desenvuelve en una realidad distinta, por lo tanto el bien y el mal será eternamente relativo ya que está sujeto al criterio de cada quien. Cuántas veces creemos hacer el bien, porque es nuestra intención, y la persona objeto de ese bien, lo reprocha o le parece insuficiente; cuántas veces nuestra intención es hacer el mal y terminamos ayudando positivamente a la persona objeto de ese mal.

Démonos entonces un voto de confianza, estudiemos el caso y confiemos en nuestro criterio, sujetemos las riendas de nuestra vida y tomemos nuestras propias decisiones, confiemos en nuestra sincera intención.


José Luis Arguinzones